Cualquier performance, sea una actuación, un musical, un concierto, un recital, un happening, etc, es una de las cosas más espontáneas y divertidas que hay en la vida. Lo mejor es que dependen no sólo de los que la llevan a cabo, sino también de la audiencia.
Si la gente no se ríe de los chistes del personaje chistoso, no vacila; si la gente se ríe, el actor se enpila y se esfuerza un poquito más en hacer reír.
Si mi baqueta sale volando o se le rompe la cuerda a José la gente se ríe (o se preocupa) y luego todo se resuelve y la gente piensa "que excelente".
Pero lo mejor es cuando se vuelve espontáneo, cuando algo sucede que cambia todo y que vuelve la función en algo más único que de costumbre (porque ya de por sí toda función es única), más entrañable, y finalmente, más divertido.
Por ejemplo, un actor introduce un chongo interno en la mitad de sus lineas (como Chorri y su "Herr Hans Radoslav") y toda la gente que lo entiende explota en lágrimas de felicidad. O como cuando un niño dice algo en voz alta (que usualmente es obvio y ya paso hace rato) y la audiencia se conmueve y se ríe y sonríe y es feliz.
El viernes fue la última vez que toco en un musical escolar. La pena me entró a la mitad del primer acto.
Y de yapa;
Dicen las lenguas chéveres que Los Chobis estan próximos a grabar un disco.
No se me ocurre nada, escribo luego.
De acuerdo, me da demasiada pena que haya sido mi ultimo play de ingles.
ResponderEliminarchorri
wuju wuju chobis chobis :D
ResponderEliminaralrights los chobis cd
ResponderEliminara mi nunca me gustaron los plays, solo el primero porque fui the little red hen. oe que chevere las lenguas ye disco chobi
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