sábado, 19 de septiembre de 2009

Nuestros años felices pt.2

Estoy castigado, por lo tanto no puedo salir. No tengo nada que hacer aparte de empezar a trabajar, pero no quiero empezar a trabajar. De algún modo tengo que empezar a escribir, por lo tanto empiezo este post forzadamente.

Fue el cumple de mi hermana. Mi hermana se llama Gabriela y tiene doce años. De manera poco acertada le dio las invitaciones a una amiga suya para que las reparta y lógicamente había más gente invitada de la prevista. Los chibolos, sin siquiera saber lo que es un quino, se colaban.

Yo era el tombo, o el VIP si quieren verlo así (aunque contextura no tengo de VIP, pero bozarrón si). Sin darme cuenta mi casa se llenaba de chibolos; como en toda ocasion en que existe un hermano mayor, las amigas del hermano (y en este caso hermana) menor se aglomeraban en la puerta de mi cuarto, y debido a esto todos los chibolos a los que no les hacían caso se aglomeraban alrededor de ellas, por lo que el pasadizo era inaccesible.

Mi cuarto se lleno de chibolos; dos chicas se metieron a mi facebook a agregarse a si mismas y a sus amigas, tuve que meter a dos chibolos faltosos (que resultaron ser buena gente) al baño por 5 minutos para que dejen de joder. (Esto fue un sábado) El lunes siguiente entre a mi baño y ¡Sorpresa! No había nabaja de afeitar (o prestobarba o como le quieran decir), por lo que tuve que ir al colegio (y me faltan aproximadamente cinco semanas para acabar) con el vestigio de bigote que me crece, recordando la imagen de selvático que tuve por unos días en Tambopata.

Bueno, el cumpleaños y las fiestas de cumpleaños eran fechas importantes en nuestros días felices; ibas, dejabas tu regalo, saludabas, saludabas a las tías (si es que eras un chico educado), comías gelatina y chizitos, saltabas en el saltarín, subías a los juegos inflables si es que habían, o te quedabas estupefacto frente al huevonaso vestido de Barney o te burlabas de él (dependiendo de la edad y que tan ubicados sean los padres), cantabas Sapoverde, comías torta, te daban tu sorpresita (y aveces intercambiabas con tus amiguis), te llenabas el estómago de caramelos, te iban a recoger, pedías quedarte un rato más y luego, por fin, regresabas a tu hogar.

En caso de que seas el cumpleañero, era un día perfecto, tus papas te cantaban Feliz Día en la mañana con una torta solo para ti, te ponías tu ropa nueva, te preparaban el almuerzo que quisieras, te traían tus regalos especiales y grandes tus abuelas y tías, te veía el resto de la familia y luego en la tarde celebrabas con tus amiguis como en el párrafo anterior, solo que con una sonrisa más grande en la cara.

Bueno, al día siguiente de la fiesta (o a veces esa misma noche) abrías los regalos; siempre estaba ese regalo que más te gustaba (que por lo general era de tus padres o tus tías o tus abuelas) y que te quitaba la atención de todos los demás regalos. También estaba el desubicado que le regalaba ropa a un chico que obviamente quería juguetes (y que ahora ya crecido, irónicamente, prefiere ropa a unos Power Rangers o una Barbie), o el tío que no sabía que regalarte (o no quería tomarse el trabajo de buscarte un regalo apropiado) y te daba plata en cash "para que te compres lo que más te gusta". A veces había también el regalo que nada que ver, pero es muy tedioso y aburrido hablar de ese. Las etiquetas les importaban más a tus padres que a ti (que no les tomabas importancia) y consecuentemente nunca supiste quien te regalo eso que nunca usaste o el juguete que ya tenías.

Regresando a lo anterior, cuando eramos chicos no nos teníamos que afeitar; le conté a una amiga sobre lo de la navaja extraviada y me respondió "que feo afeitarse". Yo me afeito porque quiero que me salga barba, para de ahí ya no afeitarme, pero igual es tediosísimo. Tampoco teníamos que usar desodorante porque todos olíamos rico; recuerdo que en quinto de primaria un día una miss (la miss Milka) nos dijo que ya algunos necesitaban usar desodorante y yo no sabía de qué estaba hablando.

Mientras más crecemos con menos inocencia recordamos a la miss Milka.

5 comentarios:

  1. me hizo acordar a mi cumpleaños de este año jajaja.

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  2. MIS CUMPLES TENIAN LINDAS TORTAS D LA BARBIE:)YEEE
    cunado cumpli 12 mi torta era d bob esponja

    roze.

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  3. Mis recuerdos de la miss Milka están cada vez más teñidos de cosas inmencionables.

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  4. Estimado Alonso,

    La Miss NADRAMIA. Me parece que así era su nombre.

    Atentamente,

    Leonidas

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  5. Mi cumple es en víspera de Navidad, por lo que siempre el tema era un hombre de nieve.
    Recuerdo también que en las fiestas no faltaban las "dalilas" esas chicas que se ponían a cantar nubeluz, y a repartir regalos mediocres (en esa época era súper tener tu carrito de plástico barato) y luego la inolvidable piñata...

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