miércoles, 30 de septiembre de 2009

Snippets


Dos formas muy efectivas de hacer mucha plata son:
- Meter cosas de contrabando
- Poner una iglesia

Una vez mi mamá fue con una relativa suya a una de esas iglesias emergentes para ver como era la waa. Salió disparada al ver que la gente, entre la confusión/euforia/histeria colectiva/estupidez del momento básicamente subastaba a ver quien juntaba más plata para donar en la siguente reunión.

--

Para toda la gente que tiene la bendición de tener un puesto de periódico cerca a su casa (porque leer los titulares en Wong o un grifo es aburridisimo y pierde la emoción, pues en esos locales no venden prensa amarilla), un día tómense la libertad de pasar frente a el y detenerse un momento a leer los titulares. Probablemente lloren de risa (o de verguenza), se depriman, se rian un poco más, se agobien, se alarmen, o simplemente les llegue altamente.

La prensa amarilla sensacionalista peruana es un chiste. Los titulares de los diferentes "diarios chicha" se pueden separar en diferentes categorias:

  • Sexo: tips sexuales, enfermedades, etc.
  • Farándula: por ejemplo --> http://reybabar.blogspot.com/2008/11/lucecita.html
  • Guerra con Chile: Florasos a lo "Chile compra armamento nuclear", "Perú preparado para ganarle a mapochos", etc.
  • Apocalipsis/Aliens: "Conozca la descripción del fin del mundo de las profecías de ..."
  • Amenaza Mutante: Últimamente, en El Chino creo, han estado sacando fotos de "La mujer simio", "El bebe rata", y cosas por el estilo, diciendo que científicos en Rusia/China/USA clonan gente y crean híbridos y los matan y blablabla, y linkean estas noticias con las del fin del mundo que narraban el día anterior.
  • Fútbol
  • "Chapa gratis tu terreno", "Sorteamos 2 departamentos"
  • Y como siempre, el clásico "ASESINO", referente a combis, locos, etc.
Que burla

domingo, 27 de septiembre de 2009

Crónica de mi cansito


Hasta hace menos de una semana mi record perruno llegaba a los 6 perros: una rottweiler que se llamaba Chaveta y era la guardiana de mi zapatería, un pitbull terrier llamado Toro, que, contra las creencias populares, era el perro más sociable que he visto en mi vida, pues jugaba con las clientas que iban a comprar a la zapatería (hasta tal punto que cuando se perdió ellas seguían preguntando por él), de ahí una rottweiler que se llamaba Yanah (negro en quechua) y una chuscasa que compre frente a un banco que se llamaba Buca; Buca era linda pero la regalaron porque era sucia y mi hermana estaba recién nacida, y Yanah estaba loca y la regalaron luego de comer ratas y tirarse del techo 3 veces. Luego tuve un perro que compre en una casona por el Barrio Chino; llegué y lo encontré con una mancha de esa cosa morada para las heridas y se veía tierno pero todo feo y maltratado y me lo llevé y termino siendo un perro lindo y fichaso (probablemente robado), que también se perdió, y luego, por ultimo, hace unos 3 años tuve una bichon blanca que se llamaba Jazmín y que también se perdió (pues estaba en celo). Además de eso tuve 3 cocatiles, 2 tortugas de agua (una se murió y la otra está en la poza de mi colegio), una tortuga de tierra, canarios y 2 iguanas que compré en ese mismo hueco y murieron a los 3 días (con previa improvisada resucitación por parte de mi empleada usando como desfibrilador el horno microondas ante mi aterrorizada sorpresa -pues vivieron para morir al día siguiente-).

Estuve buscando perro porque extrañaba tener un perro y es lindo tener un perro y soy bueno con los perros. Quería un schnauzer o un fox terrier o un jack russel terrier. Hace poco fuí a visitar a una amiga, Ardi, antes de su cumple y resulta que tenía perritos (3/4 fox terrier y 1/4 schnauzer); luego de cierta confusión debido a la disputa entre potenciales dueños, me quede con uno.

Le puse Chicho; mi afán por ponerle nombres de mi infancia a mis cosas se vuelve más evidente, pues tenemos al Rey Babar y a este. Cuando era chico yo tenía un libro de una especie de animal antropomorfo, como un cruce entre perro y oso, que limpiaba su casa y hacía pastel de higos; se llamaba Chicho y el pastel era por el cumple de su amiga Chucha, pero como mi mamá no quería (lógicamente) que vaya por ahí diciendo Chucha a los 3 años, al leerme la historia le decía Chicha.

Ahora duermo con é (tiene un mes)l, juego con él, le doy de comer, me levanto en la madrugada a entibiarle la leche y darle de comer (la primera noche me levanté 4 veces, fui a la cocina más de cuatro veces -porque se acababa la cantidad de leche que le preparaba- le di de comer y luego hice que se duerma), limpio su mierda, y, sobre todo y de manera más sorprendente que todo lo demás, me siento como un niño: recuerdo que cuando José y yo estábamos en kinder y de regreso la movilidad estaba cerca a su casa me decía algo a lo "ya quiero llegar a mi casa para ver a Perry"; yo me siento igual.

Chicho ha traído felicidad no solo a mí sino a toda mi casa; mi hermana y mi mamá también se mueren por él, llegando al punto de dormir con él y hacerle cariñito y toda la cuestión; se hizo la pila en la cama de mi mamá pero a ella no le importa pues está bastante mesmerizada por el cachorro.

Ritorno al trabajo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Centavitos


La demografía estructural de San Isidro, Miraflores, Monterrico y distritos similares es muy diferente a la de Barranco, Chorrillos, etc. Cuando uno da vueltas alrededor de San Isidro, Miraflores, Monterrico y distritos similares encuentra locales de Wong y Vivanda; en Barranco hay 2 locales de Metro, al igual que en Chorrillos. Yo tengo la oportunidad de comprar en Wong de República de Panamá con Benavides y en Metro de Grau, en Barranco; para dar una referencia de masomenos cual es la discriminación evidente al comparar los dos, en Wong venden gomitas Trolli (las gringas fichas [que en verdad son alemanas]), una cantidad de gaseosas impresionante, comida gourmet (especialmente los embutidos), etc; en Metro no, y el Minpao cuesta una luca menos ahí que en Wong, aunque probablemente sea de menor calidad que la de Wong.

Es evidente que la gente que compra en Wong tiene más plata que la que compra en Metro, sin embargo, cuando pagas en Metro la tía que te atiende te dice "¿Desea donar sus X centavitos a (algún grupo que no recuerdo)? y en Wong no te preguntan nada.

Hoy día le pregunté a la cajera de Wong porqué no me preguntó si quería donar mis centavitos (mientras los sacaba de mi bolsillo), y me dijo que a veces la gente no quiere donar sus centavitos. Me dio rabia y le dije que era incoherente, porque en Metro si te piden,y probablemente el daño resultante de regalar esa pequeña cantidad de dinero, a pesar de ser proporcionalmente microscópica, sería mayor para una persona que compra en Metro que para una persona que compra en Wong.

¿Porqué?

sábado, 19 de septiembre de 2009

Nuestros años felices pt.2

Estoy castigado, por lo tanto no puedo salir. No tengo nada que hacer aparte de empezar a trabajar, pero no quiero empezar a trabajar. De algún modo tengo que empezar a escribir, por lo tanto empiezo este post forzadamente.

Fue el cumple de mi hermana. Mi hermana se llama Gabriela y tiene doce años. De manera poco acertada le dio las invitaciones a una amiga suya para que las reparta y lógicamente había más gente invitada de la prevista. Los chibolos, sin siquiera saber lo que es un quino, se colaban.

Yo era el tombo, o el VIP si quieren verlo así (aunque contextura no tengo de VIP, pero bozarrón si). Sin darme cuenta mi casa se llenaba de chibolos; como en toda ocasion en que existe un hermano mayor, las amigas del hermano (y en este caso hermana) menor se aglomeraban en la puerta de mi cuarto, y debido a esto todos los chibolos a los que no les hacían caso se aglomeraban alrededor de ellas, por lo que el pasadizo era inaccesible.

Mi cuarto se lleno de chibolos; dos chicas se metieron a mi facebook a agregarse a si mismas y a sus amigas, tuve que meter a dos chibolos faltosos (que resultaron ser buena gente) al baño por 5 minutos para que dejen de joder. (Esto fue un sábado) El lunes siguiente entre a mi baño y ¡Sorpresa! No había nabaja de afeitar (o prestobarba o como le quieran decir), por lo que tuve que ir al colegio (y me faltan aproximadamente cinco semanas para acabar) con el vestigio de bigote que me crece, recordando la imagen de selvático que tuve por unos días en Tambopata.

Bueno, el cumpleaños y las fiestas de cumpleaños eran fechas importantes en nuestros días felices; ibas, dejabas tu regalo, saludabas, saludabas a las tías (si es que eras un chico educado), comías gelatina y chizitos, saltabas en el saltarín, subías a los juegos inflables si es que habían, o te quedabas estupefacto frente al huevonaso vestido de Barney o te burlabas de él (dependiendo de la edad y que tan ubicados sean los padres), cantabas Sapoverde, comías torta, te daban tu sorpresita (y aveces intercambiabas con tus amiguis), te llenabas el estómago de caramelos, te iban a recoger, pedías quedarte un rato más y luego, por fin, regresabas a tu hogar.

En caso de que seas el cumpleañero, era un día perfecto, tus papas te cantaban Feliz Día en la mañana con una torta solo para ti, te ponías tu ropa nueva, te preparaban el almuerzo que quisieras, te traían tus regalos especiales y grandes tus abuelas y tías, te veía el resto de la familia y luego en la tarde celebrabas con tus amiguis como en el párrafo anterior, solo que con una sonrisa más grande en la cara.

Bueno, al día siguiente de la fiesta (o a veces esa misma noche) abrías los regalos; siempre estaba ese regalo que más te gustaba (que por lo general era de tus padres o tus tías o tus abuelas) y que te quitaba la atención de todos los demás regalos. También estaba el desubicado que le regalaba ropa a un chico que obviamente quería juguetes (y que ahora ya crecido, irónicamente, prefiere ropa a unos Power Rangers o una Barbie), o el tío que no sabía que regalarte (o no quería tomarse el trabajo de buscarte un regalo apropiado) y te daba plata en cash "para que te compres lo que más te gusta". A veces había también el regalo que nada que ver, pero es muy tedioso y aburrido hablar de ese. Las etiquetas les importaban más a tus padres que a ti (que no les tomabas importancia) y consecuentemente nunca supiste quien te regalo eso que nunca usaste o el juguete que ya tenías.

Regresando a lo anterior, cuando eramos chicos no nos teníamos que afeitar; le conté a una amiga sobre lo de la navaja extraviada y me respondió "que feo afeitarse". Yo me afeito porque quiero que me salga barba, para de ahí ya no afeitarme, pero igual es tediosísimo. Tampoco teníamos que usar desodorante porque todos olíamos rico; recuerdo que en quinto de primaria un día una miss (la miss Milka) nos dijo que ya algunos necesitaban usar desodorante y yo no sabía de qué estaba hablando.

Mientras más crecemos con menos inocencia recordamos a la miss Milka.

martes, 15 de septiembre de 2009

Waffles


No sé porqué están en videos separados.







¿PORQUE tenían que sacarlo del aire?

jueves, 3 de septiembre de 2009

Los sponsors



porsiacaso ese es el Babar ORIGINAL, el que está en mi cuarto




Google