domingo, 10 de octubre de 2010

Siempre se impregnan memorias en las canciones que escuchamos. Por lo menos eso pasa con las personas que, como yo, son bastante apegadas a la música.

A veces la letra se relaciona mucho con la situación o la persona; a veces la única relación es la música en si; y a veces no hay ninguna relación, sólo que estaba de moda en ese momento, y, como la escuchabas todo el día, se pegó en tu cerebro.

Luego de años, si la vuelves a escuchar, uno recuerda lo que sentía en ese momento, y es algo bien alucinante.

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