martes, 2 de septiembre de 2008

Cargador

Mi mamá se fue de viaje por unos días, entonces la señora (porque detesto llamarlas “empleadas” o “muchachas”, uno llega a quererlas y no es la voz) se quedo con nosotros por unos días (era cama afuera, solo que ahora dormía acá). La cosa es que hoy llega mi mama entonces la señora se fue, y como toda señora honesta me dijo que le revise la mochila. Lo que me llamó la atención fue que aparte de las cosas esenciales como ropa y shampoo que podía tener, tenía su cargador de celular. Y me puse a pensar y justo a eso viene este post.

Somos esclavos de la tecnología, y sé que es un tema que ya han escuchado, pero es vergonzoso. En junio me fui a Chincha a construir casas, y ¿que lleve aparte de ropa? Mi celular y mi cargador. Obviamente que el hecho de llevar un cargador te vuelve subordinado del número de enchufes o tomacorrientes que hayan, y si solo hay 2, tienes que pelearte por ellos. Como que la tecnología nos vuelve salvajes.

Hace poco me compre un iPod; una ganga, S/.250, solo la batería estaba algo matada y me vino sin audifonos, pero ese no es el punto. Ahora cuando salgo a la calle (la mayoría de las veces) saco (y si me olvido me jodí): mi llave, mi billetera (o plata), mi celular y mi iPod. Aurita (porque no quiero escribir ahorita) estoy en mi laptop (la del colegio, ¿y los cuadernos?) con la compu prendida porque quiero chekear que se albums se bajan (se acaba de bajar todo Led Zeppelín) para meterlos a mi iPod. Mi celular está cargando por ahí y dependo de él porque no tengo despertador y tengo que estar despierto a la 1 para abrirle la puerta a mi mamá.

¿Que seria de todos si por un día, UN día, todo lo eléctrico o tecnológico desapareciera? Solo un día.

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