jueves, 2 de octubre de 2008

Infinidad de conjugaciones.

Luego de 4 semanas densas, largas, trabajosas, tediosas y recargadas, es decir, luego de 4 semanas horribles, SE ACABA EL BIMESTRE :)

Recuerdo un fin de semana en el que estuve enfermo y no salí, el lunes que no fuí al cole, el miercoles con las 4 tareas de psiclogía y el examen de psicología, el jueves con examen de química y de física, el cousework de ingles, los CAS journals (que acabo de terminar), el ADCA, el Music & Poetry Evening, Los Chobis en mi jato, el examen de identidades trigonometricas, el TLM, el comentario intertextual, el comentario de "Poema 5", mi primer día en el gimnasio y mi desgarre muscular eterno y doloroso que sigue tratando de impedir que escriba este post.

Solo me falta llenar los CAS forms y conseguir las firmas. Pero que importa, al FIN vacaciones; aunque sea una semana, son necesarias y bien ganadas. Nunca había sentido tanto un bimestre como ahora. Es más, este es el primer año de toda mi vida que no me quedo hasta las 5 todos los dias, sea haciendo basquet, en el jazz, en el coro, en la orquesta o en el play.

Me duele el brazo; ahora el brazo izquierdo me duele como me dolía el brazo derecho ayer, para que se imaginen como me dolía el izquierdo ayer. El roche es que no puedo flexionar mi brazo izquierdo, se queda en los 90 grados y va hasta los 135 grados, es decir, solo puede moverse 45 grados, que es nadita. Para comer mi pansito del Toño o mi mazamorrita rica tengo que subir la mano y bajar la cabeza, porque sino mi cuchara no logra tener contacto con mis papilas gustatívas.

Siempre que voy al Toño y pido un pan con pollo, la conversación es exactamente la misma:

- Habla Toño, un pancito porfavor.
- ¿Que, un sanguchón?

- ¡Toño! Juégate un pancito.
- Un sanguchon acá para Alonso.

- Toño, he venido con toda mi tropa para comer pancito.
- ¿Cuantos sanguchones?

Infinidad de conjugaciones.

Lo cómico es, como dice José, que Toño está totalmente convencido de que es un sanguchón, pero en realidad es un pan con pollo y mayonesa (seguro el mejor pan con pollo y mayonesa del mundo). Pero, de todas maneras, aunque sea un pancito espectacularmente rico, no es un sanguchon; el sanguchón cuesta 10 lucas y es abusivo.

Este post ha derivado incontrolablemente.

Aquí esta mi comentario de intertextualidad, que según la Miss Burga no es un ensayo, sino un comentario. Lo hice de 1 de la mañana a 2:30 de la mañana, a la champa y rápido porque me queria ir a jatear, pero igual creo que esta bueno, porque luego lo revisé y estaba parado.


Comentario de texto:
Poema 5 – Pablo Neruda


En el siguiente comentario de texto analizaremos “Para que tú me oigas…”, el poema 5 del poemario “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda. El poema trata de cómo el yo poético intenta reconquistar a su amada Marisol, y de como las palabras toman un papel importante en su vida; a lo largo de este comentario analizaremos como logra Neruda expresar lo que quiere.
El poema se divide en 12 estrofas, siento todas menos dos, la primera y la tercera, pares de versos. La versificación es irregular y el poema es de verso libre, es decir, la rima es extemporánea y sin estructura fija.
A lo largo de todo el poema se distinguen dos elementos importantes: el sujeto tácito y el receptor lírico; el sujeto tácito son las palabras, que para Neruda son la razón del poema, y el receptor lírico es Marisol, la amada, con quien el yo lírico ha tenido una discusión o una pelea.
El poema empieza con una estrofa de 4 versos, donde el yo lírico explica lo que quiere de la amada: “que tú [ella] me oigas”. Lo que sigue es una hermosa imagen referente a la naturaleza, característica de los poemas dedicados a Marisol; una imagen que revela el cariño, calidez y delicadeza con la que el hablante poético se dirige a su amada: “Como las huellas de las gaviotas en las playas”. Dicha comparación es acentuada por el uso de la aliteración, y transporta al lector a una apacible playa, construyendo una atmósfera perfecta para un poema dedicado a Marisol.
Otro de los elementos importantes en el poema es la comparación entre las manos de la amada y las uvas (segunda y ultima estrofa); las uvas, clara referencia al vino y a alcohol, atribuyen a la amada características de ellos mismos, como el hecho de que ella es embriagante (“cascabel ebrio”), temporal, por que se terminó la relación, adictiva y depresiva, como el yo lírico expresa más adelante en el poema. El segundo verso expresa que las palabras son un “collar”, es decir, una joya que va a envolverla para de algún modo recuperarla.
En la tercera estrofa, la voz poética refuerza la estrofa anterior al decir que las palabras “Más que mías son tuyas”, es decir, son un regalo a la amada. Luego, el lector comprende que ha habido un conflicto entre la amada y la voz poética al leer sobre el “viejo dolor” que siente la el hablante lírico. Dicho “viejo dolor” puede ser interpretado como el cuerpo de la a amada en sí, por el cual las palabras “Van trepando (…) como las yedras. / Ellas trepan así por las paredes húmedas”; en dichos versos, el yo poético revela parte de la sexualidad de su relación con su amada. Luego, el lector descubre que fue Marisol quien decidió terminar la relación, y la voz poética recrimina a su amada al decirle que “este juego sangriento”, doloroso y terrible, es su culpa.
En el verso 13, el hablante lírico expresa su adoración por su amada al decir que “Todo lo llenas tú, todo lo llenas.”; él solo necesita de su amada para sobrevivir en este mundo y por eso intenta recuperarla. En la sexta estrofa, el yo lírico le explica a su amada como las palabras son parte importante de su vida y como lo acompañaban en su soledad cuando no estaba ella, con personificaciones (“poblaron”, “acostumbradas”) y una comparación.
Las siguientes dos estrofas expresan el deseo del yo lírico por comunicarse con su amada, pero al mismo tiempo su incapacidad para hacerlo; la séptima estrofa se refiere a las palabras como mensajeras, como intermediarios entre la voz poética y la amada, causando que el lector se pregunte porque el hablante lírico no se dirige de frente a ella. La octava estrofa revela que hay dos razones por las que el yo poético no se dirige a su amada; el “viento de angustia”, una angustia generada por la pelea entre el hablante poético y Marisol, que “suele arrastrar” a sus palabras, y “Huracanes de sueños”, sueños violentos como huracanes, pero ficticios, los cuales hacen que el yo poético olvide sus problemas por un momento y pierda las ganas de hablarle a su amada, para luego encarar la realidad.
La siguiente estrofa revela que la voz de el yo lírico recuerda a su amada de viejas querellas, volviendo la conversación desagradable, y al mismo tiempo relacionando una vez más a la amada con la imagen anterior en la que es comparada con el vino, el cual daña al cuerpo pero sin embargo es consumido nuevamente. La décima estrofa le suplica a la amada, a la cual llama compañera porque esta lo acompañará en esta vida solitaria, esta “ola de angustia”, que no abandone al yo poético. La penúltima estrofa vuelve a expresar esta adoración y amor inmensos que siente el hablante lírico por la amada, al decir que “Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.”; las palabras tristes del yo poético “se van tiñendo” con su amor porque ella es todo lo que el necesita para ser feliz y reiterado tono triste y melancólico de las palabras es reemplazado por felicidad y un color que representa vitalidad.
Finalmente el yo poético vuelve a referirse a sus palabras como un regalo, un “collar infinito”, el cual va a rodear a su amada para lograr que regrese con él y se puede apreciar de nuevo la comparación entre la amada y las uvas y el vino; embriagante, temporal, adictivo y depresivo, resumiendo lo que es ella para el yo lírico.
En “Poema 5”, Pablo Neruda plasma un hermoso poema de amor, que, sin embargo, contiene rastros de tristeza y resentimiento característicos del poemario. Neruda, a través de su yo lírico, expresa sentimientos encontrados, resentimiento, y cariño hacia su amada, mediante figuras literarias y palabras que logran llegar al lector, junto con el mensaje deseado. La constante personificación de la las palabras como compañeras con cualidades humanas es claramente la característica mas resaltante del poema, y es gracias a ellas que “Para que tú me oigas…” es tan excelente.


No sean chivos y no plageen.

6 comentarios:

  1. Van trepando (…) como las yedras. / Ellas trepan así por las paredes húmedas”; en dichos versos, el yo poético revela parte de la sexualidad de su relación con su amada

    no tiene que ver con el sexo.

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  2. q tal maestro yo no puedo ahcr esas cosas

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  3. uhm...das muchas ideas y las explicas brevemente. Yo prefiero usar pocas citas y explicarlas un montón, luego se unen con otras y otras y queda bacán :)

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  4. esto por todos lados s comentario y por ningun lado ensayo.
    y no se porqué a altas horas de la noche los comentarios me salen mejor.

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  5. mmmm......bonito el poema me gusto muxo

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