domingo, 5 de septiembre de 2010

Peculiaridades de la vida

Últimamente pienso y observo más de lo normal;

Cuando se te pega una canción y no te la puedes sacar de la cabeza; y especialmente cuando es exactamente el tipo de música que NO escuchas, pero por A o B razón no puedes dejar de pensar en ella (y en ella).

¿Porqué sólo se dice salud cuando la gente estornuda? ¿No es, acaso, completamente estúpido desearle bienestar a una persona que estornuda y NO a una que tose? 

Cuando no hay papel... Si tienes la suerte de tener alguien en el cubículo del a lado que te puede pasar, chévere, pero sino debes decidir si hacer la maniobra (y exponerte a que alguien entre en pleno) de salir del cubículo sin subirte el lompa para meterte en otro, o realizar el desagradable ajuste de subirte el lompa para, de una manera socialmente aceptable -especialmente si frente a público- cambiar de cubículo.

Sabían ustedes que la regla de etiqueta de no poner los codos sobre la mesa se refiere, originalmente, a el NO poner tu antebrazo delante del plato, como protegiendo tu comida, y no a, simplemente, poner el codo sobre el borde de la mesa. Debido a este malentendido la gente asume posiciones ridículas y se asegura de reojo de no apoyar su brazo con el codo en la mesa, sino justo pasando el borde.

Tienes sed, te alejas del grupo de gente en el que conversas cojudeces (o, a veces, cosas coherentes) y te vas a comprar una gaseosa. (Si no eres asquiento) Puedes estar seguro de que a tu organismo van a ingresar, por lo menos, 3 variedades diferentes de saliva (y fácil hasta comida), y que vas a tomar, máximo, el 60% de esa botella. El resto es comunal. 
Y ahora, tienes hambre, estás en clase de algomuyimportante con unprofesormuyimportante, pero igual te mueres de hambre. Metes tu mano a tu mochila, o a tu bolsillo, o a tu casaca, y sacas un paquete de galletas. Y luego pones caras ridículas y encojes los hombros para que nadie te vea e inventas nuevas formas de abrir tu paquete para no interrumpir tu clase con ese odioso sonido de los envoltorios plásticos. 
Y, una cosa que debemos reconocer, es que los profesores se molestan. Nosotros hacemos que se molesten, pero aveces por cositas, otras por cosas mas grandes, y otras por un increíble grado de conchudez que la gente adquiere cuando no la callan. Bueno, cuando se molesta el profe asado que siempre se molesta es como si no hubiera pasado, pero cuando se molesta el profe chévere que conversa con los alumnos amigablemente y es todo buenagente, es trágico y vergonzoso, para uno.

Ahora, regresando a la comida. Las Galletas Chaplín son, por excelencia, las galletas quitahambre; un paquetaso de galletas por luca que te pueden romper los dientes, pero no te interesa porque son ricas y llenas de manteca. A algunos les gustan las doraditas, y a otros las blancas. Pero, en mis años de comensal, me he dado cuenta de que hay las Chaplín feas y las Chaplín ricas; las ricas tienen la etiqueta de papel, muestran la silueta de Charlie Chaplin y son de la fábrica OLBAL; las feas vienen en paquete de china y de luca, tienen la etiqueta de plástico, muestran un Charlie Chaplin caricaturizado y son de noseque fábrica. Ojo causitas.

2 comentarios:

  1. "me interesan...las actividades que parecen no tener sentido..."
    jim morrison
    Haz escrito un rito de sinrazones, de pequeñas cosas inauditas que necesariamente se hacen, le quitaste el pudor a ese espacio de nuestras vidas, gracias.

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